miércoles, 1 de abril de 2009

LA EVALUACIÓN EN EDUCACIÓN PRIMARIA



La evaluación es un proceso permanente, continuo y sistemático. Evaluar es atribuir valor a las cosas, es afirmar algo sobre su merito. Se evalúa para comprender y, en definitiva, para cambiar y mejorar.
Existen diferentes tipos de evaluación que sirven para diferentes situaciones que se presentan en el ámbito escolar.
Evaluación como diagnóstico. Permite ajustar la acción a las características de los alumnos, a su peculiaridad situación Permite saber de qué punto se parte, cuáles son los conocimientos previos de los alumnos, que tipos de concepciones tienen sobre la ciencia, la escuela y el aprendizaje.
Evaluación como selección. Permite al sistema educativo seleccionar estudiantes mediante las calificaciones.
Evaluación como jerarquización.-En la escala jerárquica del sistema educativo el último eslabón es el alumno debido a esto la evaluación sirve como un mecanismo de control y de ahí surge la capacidad para tomar decisiones para la mejora de ésta.

Evaluación como comprobación.-Las pretensiones educativas sobre el aprendizaje se concentran en actividades instructivas, el resultado de las mismas puede ser comprobado a través de la evaluación.

Evaluación como comparación. Cuando se realiza esta en el aula, encierra una faceta comparativa entre los alumnos. Un criterio de referencia sobre la evaluación individual es el contraste con la evaluación de los otros.

Evaluación como comunicación. Los aspectos emocionales que configuran las relaciones están condicionados por la función evaluadora. El profesor se relaciona con el alumno a través del método, de la experiencia y de la evaluación.

Evaluación como diálogo. Puede ser enriquecedor si se realiza con voluntad de ayuda y apertura, o convertirse en un monólogo despótico.

Evaluación como orientación. Punto de partida para la toma de decisiones y la reorientación del aprendizaje. Se pueden corregir errores, modificar las actividades, acelerar el ritmo, etc.

Evaluación como motivación.-Proceso provocador del interés y del estímulo, consiste en reconocer los esfuerzos y elogiar los aciertos.

Evaluación como formación. Se realiza durante el proceso y permite la retroalimentación de la práctica.